lunes, 24 de junio de 2019

Mal aliento: Síntomas y causas

Mal aliento: Síntomas y causas


El mal aliento, también conocido como halitosis, puede dar vergüenza y, en algunos casos, incluso causar ansiedad. No sorprende que las tiendas estén llenas de gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento. Sin embargo, muchos de estos productos son solo medidas temporarias porque no combaten la causa del problema.

Entre las causas del mal aliento, se encuentran algunos alimentos, enfermedades y hábitos. En muchos casos, puedes mejorar el mal aliento con la higiene dental adecuada y constante. Si las técnicas simples de cuidado personal no resuelven el problema, consulta con tu dentista o médico para asegurarte de que una enfermedad más grave no sea la causa del mal aliento.




Síntomas

El mal aliento varía según el origen o la causa no diagnosticada. Algunas personas se preocupan demasiado por el mal aliento, aunque tengan muy poco o no tengan nada de olor en la boca, mientras que otras personas tienen mal aliento y no lo saben. Debido a que es difícil evaluar tu propio aliento, pide a un amigo cercano o pariente que resuelva tus dudas acerca del mal aliento.

Cuándo consultar al médico

Si tienes mal aliento, revisa tus hábitos de higiene bucal. Intenta realizar cambios en tu estilo de vida, como cepillarte los dientes y la lengua después de comer, usar hilo dental y beber mucha agua.
Si tu mal aliento continúa luego de realizar esos cambios, consulta con el dentista. Si el dentista sospecha que un trastorno más grave está provocando tu mal aliento, es posible que él te derive a un médico para encontrar la causa del olor.

Causas

La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, y existen varias causas posibles. Algunas de ellas son:

Alimentos.
La descomposición de partículas de alimentos en los dientes y alrededor de ellos puede aumentar la cantidad de bacterias y causar un olor desagradable. Comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias, también puede causar mal aliento. Después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan el aliento.

Productos del tabaco.
Fumar provoca su propio olor desagradable en la boca. Los fumadores y quienes consumen tabaco, son más propensos a tener encías enfermas, otra fuente de mal aliento.

Mala higiene bucal.
Si no te cepillas los dientes y usas el hilo dental a diario, habrá partículas que queden en tu boca y produzcan mal aliento. Se forma sobre los dientes una película incolora y pegajosa formada por bacterias (placa) Si no se la cepilla, la placa irrita las encías y finalmente forma bolsas llenas de placa entre los dientes y las encías (periodontitis). También la lengua puede atrapar bacterias que producen olor. En las dentaduras postizas que no se limpian con regularidad o que no calzan bien pueden quedar bacterias y partículas de alimentos que causan olor.

Boca seca.
La saliva ayuda con la limpieza de la boca porque elimina las partículas que causan mal olor. Hay una enfermedad llamada «boca seca» o xerostomía que contribuye al mal aliento, puesto que con ella disminuye la producción de saliva. La boca seca ocurre naturalmente durante el sueño y a ella se debe el mal aliento de la mañana, que empeora si se duerme con la boca abierta. Si la boca seca es crónica, puede que la causen algún problema en las glándulas salivales y algunas enfermedades.

Medicamentos.
Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad de la boca y, por lo tanto, indirectamente provocan mal aliento. Otros se descomponen en el organismo y liberan sustancias químicas que se transportan al aliento.

Infecciones en la boca.
El mal aliento puede ser causado por las heridas quirúrgicas después de una cirugía bucal, como la extracción de un diente, o porque tienes caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.

Otras afecciones de la boca, la nariz y la garganta.
En ocasiones, el origen del mal aliento pueden ser pequeñas piedras que se forman en las amígdalas y se cubren de bacterias, lo que produce olor. También las infecciones o la inflamación crónica en la nariz, los senos paranasales o la garganta, que contribuyen al goteo nasal posterior, pueden provocar mal aliento.

Otras causas.
Como resultado de las sustancias químicas que producen, enfermedades como algunos cánceres y afecciones como los trastornos metabólicos pueden provocar un aliento con olor particular. El reflujo crónico de los ácidos estomacales (reflujo gastroesofágico o GERD) puede asociarse con mal aliento. En los niños pequeños, el mal aliento puede ser causado por algún cuerpo extraño, tal como un trozo de alimento, alojado en una de las fosas nasales.


4 Razones por las que el agua es la mejor bebida para tus dientes.

4 Razones por las que el agua es la mejor bebida para tus dientes.


No importa si tu vaso está medio lleno o medio vacío: Beber agua siempre es bueno para tus dientes. El 60%  de nuestro cuerpo está hecho de agua y estar hidratado ayuda a tu sistema a distribuir los nutrientes saludables, deshacerse de basura, le da a tu piel un brillo saludable y mantiene tus músculos en movimiento. Beber agua a sorbos es además una de las mejores cosas que puedes hacer por tus dientes, especialmente si el agua es fluorada. Sigue leyendo y descubrirás porqué el agua siempre es la campeona de tu salud dental.



Fortalece tus dientes

Beber agua con flúor (llamado “el luchador natural contra la caries”) es una de las cosas más fáciles y beneficiosas que puedes hacer para prevenir la caries.
Una historia de dos ciudades moderna muestra la diferencia que marca el flúor, especialmente en sistemas de agua comunitaria. En 2011, la ciudad canadiense de Calgary dejó de añadir flúor a su agua. Curiosos sobre el impacto, los investigadores compararon a los estudiantes de secundaria de Calgary con niños del mismo grupo de edad de Edmonton, una ciudad canadiense con agua fluorada desde 1967. El estudio, publicado en Febrero de 2016 en la revista Community Dentistry and Oral Epidemiology, concluyó que los niños con agua sin flúor de Calgary tenían más caries que los niños de la ciudad con fluoración ininterrumpida.

Mantiene tu boca limpia

Beber jugo, soda o bebidas deportivas puede lavar la cena, pero también deja azúcar no deseada en tus dientes. A las bacterias causantes de la caries les encanta comer azúcar y producir ácidos que se comen el esmalte, la capa exterior de tus dientes. Muchas de estas bebidas contienen ácidos añadidos (ácido fosfórico, cítrico, málico) que hacen su sabor menos dulce, pero desgastan los dientes.  
Pero el agua limpia tu boca con cada trago, lavando los restos de comida y los residuos amigos de las bacterias causantes de la caries y diluyendo los ácidos producidos por éstas. Todavía debes seguir cepillándote por dos minutos dos veces al día y limpiar entre tus dientes, aunque beber agua contribuirá enormemente a mantener tu sonrisa libre de caries. 

Combate la sequedad de boca

La saliva es la mejor defensa que tiene tu boca contra la caries: lava los restos de comida, te ayuda a tragar con facilidad y mantiene tus dientes fuertes al lavarlos con calcio, fosfato y flúor.
Cuando el suministro de saliva es bajo, la sequedad de boca puede ponerte en riesgo de caries dental. Beber agua disminuye el riesgo, mientras buscas junto a tu dentista cuál es la mejor solución a largo plazo.

Tiene cero calorías

Las bebidas endulzadas con mucha azúcar y muchas calorías crean un ambiente perfecto para las bacterias causantes de la caries y tienen otras consecuencias negativas para la salud, como el aumento de peso. De hecho, según los estudios, beber agua puede ayudarte a perder peso. Así que la próxima vez que quieras una bebida, no te sientas culpable de elegir agua: cuidarás tu cuerpo y tu sonrisa. 




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